Conoce a Jessie Street y descubre cómo asegurar la participación política de las mujeres

La desigualdad entre hombres y mujeres no solo reside en los ámbitos más privados y domésticos, si no que trasciende hasta las esferas de lo público en general y el poder político, en particular. Conoce a Jessie Street, una luchadora de los derechos políticos de las mujeres.
¿Por qué es importante que las mujeres conquisten su espacio en la política? No se trata de una cuestión numérica, la razón es estructural. Tal como sostiene la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing:
“Alcanzar la meta de una participación igualitaria de hombres y mujeres en la toma de decisiones aportará un equilibrio que refleje con mayor precisión la composición social, además de ser necesaria para fortalecer la democracia y promover su correcto funcionamiento.»   Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer (Beijing, 1995)
Para contribuir al cese de estas desigualdades, entre las recomendaciones se incluyeron las cuotas de género. ¿Qué quiere decir esto? Se trata de cupos que aseguran un porcentaje de mujeres ya sea en la presentación de candidatos o en la reserva de escaños. A veces se encuentran regulados por ley, otras dependen de la adhesión voluntaria de los partidos. En América Latina, Argentina fue pionera en la implementación de esta medida. En 1991, sancionó la Ley 24.012 con la cual se estableció que al menos el 30% de la lista de candidatos de cada partido debía estar conformado por mujeres. El impacto de la ley fue inmediato y contundente. Por ejemplo, en solo 6 años, el porcentaje de mujeres en la Cámara de Senadores pasó del 2,8% al 33,3%. A partir de esta experiencia, otros países de América Latina hicieron uso de la estrategia. Desde 2019, Argentina irá por más y exigirá el 50% de presencia femenina entre los candidatos legislativos. ¿Y sabías que Nueva Zelanda fue el primer país que permitió el voto a las mujeres? Ocurrió en 1893, no hace mucho tiempo. En América Latina, Ecuador fue el pionero, recién en 1929. Sin embargo, la ley limitaba este derecho solo a las mujeres mayores de 21 años y alfabetizadas. Actualmente, la mayoría de las democracias incluye el voto femenino, aunque aún existen países que no han incorporado la medida o lo han hecho con múltiples restricciones. Por otro lado, la participación política de las mujeres es significantemente menor que la de los hombres.  

Jessie Street, luchadora de los derechos políticos de las mujeres

“No se puede ir a ninguna parte sin un cambio en la Constitución y no se puede obtener eso sin un referéndum. Necesitarás una petición con 100,000 firmas. Será mejor que empecemos de una vez.”
Esas fueron las palabras que Jessie Street le dijo por teléfono a Faith Bandler cuando buscaban la reforma constitucional para que los nativos australianos fueran incorporados en los censos. La determinación con que se dirigió aquella vez es un ejemplo claro de la fuerza y convicción con que vivió su vida entera, luchando por los derechos de las mujeres, por la paz y por la eliminación de toda discriminación contra los aborígenes. Jessie Street fue una figura central en la vida política de Australia y del mundo entero durante más de 50 años. Jessie fue la primera y única mujer delegada de Australia en las Naciones Unidas, donde desempeñó un papel clave junto con Eleanor Roosevelt para garantizar que la mujer se incluyera junto a la raza y la religión como cláusula de no discriminación en la Carta de las Naciones Unidas. Ya desde muy joven se involucró en la vida política y social desde los distintos lugares en los que tuvo residencia. Durante 1914, residió en Londres y pudo vincularse directamente con el movimiento de sufragistas, mientras trabajaba con madres y niños en condiciones de vulnerabilidad. En 1915, se trasladó a Nueva York donde trabajó algún tiempo en un centro de apoyo para mujeres arrestadas por prostitución. Una de las hazañas más recordadas de Jessie Street fue cuando, en tiempos de la Segunda Guerra Mundial, adoptó una identidad diferente –“Jane Smith” –para trabajar en la fábrica de municiones de Melbourne y experimentar en carne propia las condiciones laborales de las mujeres. En ese entonces, la presencia de los hombres en batalla, tuvo como consecuencia que muchas mujeres pudieran lograr grandes avances en cuanto a la participación en el trabajo y la igualdad de oportunidades. Por tanto, Jessie luchó arduamente porque estos avances no se diluyeran y las mujeres fueran consideradas en la reconstrucción de la posguerra y la reforma social. Jessie Street, además, fue una de las 15 integrantes originarias de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer. Dicha comisión se reunió por primera vez en Lake Success, Nueva York, en febrero de 1947, poco después de la creación de las Naciones Unidas. En aquel momento, los 15 representantes gubernamentales que formaban la Comisión eran mujeres. La Comisión elaboró las primeras convenciones internacionales sobre los derechos de la mujer, como la Convención sobre los Derechos Políticos de la Mujer de 1953, que fue el primer instrumento de derecho internacional en reconocer y proteger los derechos políticos de las mujeres. Nacida en la India, en el año 1889, donde su padre se desempeñaba como funcionario público, cuando tenía siete años su madre heredó la residencia de Yullgibar Station, en Australia, y toda la familia Street se trasladó al país oceánico. Su educación básica tuvo lugar en el Reino Unido y sus estudios universitarios, en Sydney. Jesse Street es un ejemplo de compromiso por la conquista de derechos para las mujeres del mundo. Hoy la recordamos con orgullo.  

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